En Crispín, consideramos que uno de los principales compromisos que debe tener la educación inicial es guiar y formar a los niños para que estén preparados para desenvolverse y enfrentar de acuerdo a sus respectivas edades, diversas situaciones en un mundo complejo que está en constante cambio.
Para esta nueva etapa que vivirá, es necesario contar con un espacio interior amplio, seguro, limpio, con temperatura adecuada, cómodo, acogedor, estimulante y otro exterior que permita la exploración del medio ambiente de forma segura.
Lo anterior acompañado con el apoyo de profesionales competentes de la educación, (Educadoras de Párvulos Universitarias y Técnicos de Institutos Profesionales).
Los establecimientos educacionales formales que atienden al grupo etario (3 meses a 6 años de edad) deben cumplir de acuerdo a la ley, con el Reconocimiento Oficial del Ministerio de Educación (MINEDUC) o Autorización de Funcionamiento, por lo que deben contar con un programa educativo, fundamentado en las Bases Curriculares Educación Parvularia del MINEDUC y tener los coeficientes de personal, equipamiento e infraestructura necesaria.
Las Educadoras deben estimular a los niños a través del juego, exploración y experimentación, en actividades libres, semi dirigidas y dirigidas, considerando las edades, madurez, necesidades y capacidades, evaluando y registrando el proceso, desempeño y aprendizaje de cada actividad, procurando el desarrollo integral de cada uno de los niños. Esta información se le debe transmitir a sus padres con el fin de formar un equipo de apoyo para su hijo. Es importante recalcar que los aprendizajes adquiridos desde pequeños, trascenderán a lo largo de la vida, hasta la adultez.
Todos los aprendizajes que se van adquiriendo en los diferentes ámbitos “Desarrollo Personal y Social, Comunicación Integral, Interacción y Comprensión del Entorno”, establecidos en las Bases Curriculares del MINEDUC, para los respectivos niveles (Medio Menor, Medio Mayor, Pre Kinder y Kinder), son indispensables para procesos más complejos y claves para las habilidades requeridas al ingresar a Primer año Básico, existiendo gran diferencia en el desarrollo entre niños que han asistido versus a los que no han asistido al jardín infantil.
Los padres deben evaluar el centro educacional que más se ajuste a sus necesidades y expectativas, teniendo siempre en cuenta que las experiencias vividas en los primeros años, marcarán por siempre la vida de sus hijos.
Durante la infancia, el juego se da en forma espontánea y natural en los niños, sin necesidad de ser dirigido por un adulto, sólo supervisado para evitar riesgos. El juego favorece el aprendizaje y beneficia la adquisición de una serie de habilidades en el desarrollo sensorial, motriz, cognitivo, en la comunicación y en las habilidades socioemocionales; es decir, genera un desarrollo integral. Al niño se le deben permitir espacios de aburrimiento para fomentar la creatividad. A través del juego los niños se divierten, desarrollan la concentración, exploran, experimentan, imaginan y crean de acuerdo a sus intereses y necesidades. Se organizan estableciendo y respetando reglas grupales, entre muchas otras cosas. Se recomienda al adulto responsable del niño, permitirle explorar su entorno cercano, jugar con elementos naturales, además de materiales didácticos (juguetes) acordes a su edad. Legos, ensambles, encajes, puzzles, set de animales, cuentas, bloques, libros con imágenes y cuentos, materiales para manualidades, entre otros.
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